DESAYUNA COMO UN REY

El dicho popular que todos conocemos “Desayuna como un Rey, almuerza como un Príncipe y cena como un Mendigo” ha sido confirmado por estudios que además, muestran sus grandes beneficios a la hora de perder peso y mantener el descenso logrado por un largo tiempo repercutiendo favorablemente en el peso corporal.
Invertir el orden alimenticio, haciendo desayunos más variados y generosos, y cenas ligeras y más moderadas, es entrar en armonía con nuestro reloj interno, ya que es por la mañana cuando todos los órganos están necesitados de un buen desayuno. En cambio, a partir de las siete de la tarde que todo nuestro organismo, (aunque no nos demos cuenta), se empieza a preparar para el reposo, enlenteciéndose nuestro metabolismo.
Varias fuentes de investigación muestran que, nuestra primera comida debe proporcionar como mínimo un 25% de las necesidades nutricionales diarias, ya que se ha comprobado que cuando el aporte es menor, en el corto plazo, disminuyen las funciones del cerebro, generándose irritabilidad, baja concentración y fallas en la memoria.
Por lo tanto, una dieta rica en carbohidratos (como incluir en tu desayuno las deliciosas galletas de arroz SAMAN) y proteínas (lácteos, leches vegetales, carnes bajas en grasas), y frutas, que concentra más calorías en el desayuno, es en muchos casos, lo más efectivo a largo plazo. A diferencia de las creencias populares, las dietas bajas en carbohidratos originan resultados que no perduran en el tiempo.
El hecho de desayunar adecuadamente disminuye los antojos, sobretodo de golosinas, nos hace sentir menos hambrientos y hace que controlemos mejor el apetito durante el día, calma y reduce la ansiedad y las tentaciones.
Y en el caso de los niños?
En el caso de los niños, esta tesis se refuerza. Sus cuerpos y cerebros en desarrollo necesitan reabastecimiento regular de alimentos. Cuando los niños se saltan el desayuno, se quedan sin energía luego del ayuno nocturno, por lo que son muchas las horas que el cuerpo estaría sin consumir alimentos.
Curiosamente, los estudios muestran que los niños que no desayunan llegan tarde y faltan a la escuela con más frecuencia que los niños que desayunan regularmente.
La preparación de un buen desayuno puede ser tan rápido y fácil como servir un lácteo, y comer unas galletas de arroz con el dulce que más te guste. Si la mañana resulta complicada, puedes tratar de dejar todo listo la noche anterior, para tener el mínimo trabajo en la mañana.
Tienes poco tiempo?
Comer comida sana y nutritiva en la mañana probablemente te ahorrará tiempo en el largo plazo. Al recargar el cerebro y el cuerpo en la mañana, usted será más eficiente en casi todo lo que hace.
Por lo tanto es importante tener en cuenta y ser cuidadoso, no sólo en lo que comemos, sino también cuándo lo comemos.
Fuentes consultadas:
www.webmd.com
www.runners.es
www.barcelonadot.com
